¿HABLAR CON LOS NARCOS? ¿DE QUE
Y PARA QUE?
Por: Arturo Ruiz, El Súper
Cívico
Un legislador de nombre Manuel Espino, antes panista de alto
nivel y hoy vestido con la casaca de morena, manifestó la
posibilidad de hablar con los narcos.
Me imagino que para negociar un marco de paz. Pero… ¿paz a
cambio de qué?
La producción, trasiego y comercialización de las drogas es un
negocio millonario, en millones de dólares y euros.
Hay tráfico de drogas en todo el mundo, porque en todo el mundo,
hay centros de consumo de estupefacientes. Y si hay demanda,
púes habrá oferta.
Los millones de dólares que ingresan al país por la venta de
drogas, terminan en mayor o menor medida como circulante y como
capital para el funcionamiento de algunas empresas de distinta
índole.
Negar que existen empresas y empresarios que se han fondeado con
dinero procedente del narco, es una hipocresía. Es tratar de
cerrar los ojos y negar que la narco economía es importante en
distintas regiones del país.
Pero una cosa es entender el fenómeno del narcotráfico y sus
procesos de lavado de dinero y otra cosa es abrir un dialogo
entre el gobierno y el narco.
Esto no es tampoco una propuesta como para desgarrarse las
vestiduras, los gringos dialogan con los narcos, es decir, el
gobierno de Estados Unidos de América, establece acuerdos con
narcos que colaboran con sus dependencias a cambio de libertad,
impunidad, protección e incluso respeto a sus fortunas.
Recordemos, que por lo menos en lo formal, en México ya se
legalizaron las drogas, bueno “algunas drogas” y en algunas
cantidades. Y aun no se da el paso de la producción legal de
mariguana, ni su comercialización.
¿Entonces de que sirvió legalizar este alcaloide? ¡De nada!
Es decir, esa legalización incompleta no ha servido para cumplir
el objetivo que le dio origen., que fue incorporar a la economía
formal una actividad delictiva y obtener control sobre los
consumidores y expendedores de la mariguana y sus derivados.
Pero centremos el tema, ¿para que dialogar con el narco?
Dialogar con los narcos para ofrecerles que sus delitos ya no se
perseguirán a cambio de que dejen de lado esa actividad
delictiva.
Dialogar con los narcos para impulsar la producción de mariguana
y para lograr el procesamiento industrial de sus derivados.
Dialogar con los narcos para permitir el lavado de dinero
procedente de las drogas.
Hablar con los narcos, o por lo menos con un cartel para hacer
un frente en contra de los otros carteles y pactar una “pax
narca” En donde los narcos no calientan ciertas zonas y el
gobierno los deje hacer.
Hablar con los narcos para establecer un marco de “cohabitación”
siempre y cuando no se cobre piso a los empresarios, no haya
secuestros ni otros tipos de extorsión.
No los sé, eso de establecer un dialogo entre gobierno y narcos
es una opción que no debe descartarse tan a la ligera, ni
calificarla con criterios morales, es una posibilidad en un
mundo de posibilidades.
Pero hay algo que debe entenderse, el dialogo en caso de darse,
no debe darse como postración del gobierno ante el narco, ni
como temerosa respuesta ante actos de barbarie, como lo fue el
asesinato y la decapitación del alcalde de Chilpancingo,
Guerrero.
Todo debe tener límites… ¿O no? |